“Debemos redefinir el concepto de la “normalidad”: Gustavo Wilches-Chaux
En entrevista con el ambientalista y profesor universitario, Gustavo Wilches-Chaux, quien nos responderá desde su punto de vista y la amplia experiencia que tiene en gestión del riesgo de desastres la situación que se vive con la covid-19.
¿La sociedad será distinta después del coronavirus en su mirada del medio ambiente?
“En estos momentos la mitad del mundo se está preguntando si la sociedad será distinta después del coronavirus. Estamos esperando si el ser humano entiende el mensaje y lo que nos trata de decir el planeta tierra con el nuevo virus, o si por el contrario estamos esperando que pase el momento dramático para volver con mayor voracidad sobre los recursos y la explotación en todos sus niveles, no solo con la naturaleza, si no también los seres humanos unos a otros. Debe haber un cambio absoluto si pretendemos seguir viviendo en este mundo”.
¿En qué tipo de desastre clasificaría la situación que se vive con la covid-19?
“La covid-19 es un desastre que no tiene antecedentes, es desatado inicialmente por un fenómeno natural, un virus que ya existía, pero que ha mutado y se ha vuelto más mortífero que los anteriores. Muy seguramente esta cepa en particular del virus se genera como consecuencia por una serie de alteraciones ambientales causadas por el ser humano: el consumo de animales silvestres, la contaminación, la deforestación y el crecimiento urbano sobre ecosistemas estratégicos ha hecho que se rompan los equilibrios del medio ambiente.
Los virus son como cualquier otro fenómeno natural, pero este virus en específico ha sido condicionado por una gran cantidad de factores humanos. Así que en buena medida las acciones que se pudieron realizar para combatir el virus son las mismas que se hubieran hecho para mantener los equilibrios intactos en el medio ambiente y proteger la naturaleza. Este desastre en tan solo uno de los muchos que hemos ocasionado o llevado al límite, por así decirlo, consecuencia de los estilos de vida que se llevan alrededor del mundo por la especie humana”.
¿Cómo cree que va a ser la recuperación de la normalidad después de la pandemia?
“Debemos redefinir el concepto de la “normalidad” para saber a qué queremos apostarle cuando finalicé la pandemia y la crisis ocasionada por el virus. Nos enfrentamos a una exigencia de una transformación cultural profunda. Esta crisis cuestiona todo lo que identificamos como civilización humana, tenemos que embarcarnos en un cambio de nuestra cultura y los valores que definen el desarrollo, el progreso y el éxito. Ya hay muchas comunidades alrededor del mundo que basan su concepto de calidad de vida de una manera diferente, no en el consumo ni en la economía, si no en la solidaridad, en la equidad, en la identidad con el territorio”.
¿Cuáles cree que serán los desafíos de la gestión de riesgos para el fin de la pandemia?
“La gestión de riesgos debe redefinirse ya que muchos de los conceptos y herramientas con los que se han manejado los desastres “convencionales”, como los desencadenados por sismos, erupciones volcánicas o incluso pandemias, no son aplicables en estos casos, ya que al ser un desastre con tantos elementos nuevos no se pueden pensar de la misma manera”.
Desde el inicio del virus se implementaron diversas acciones por parte de los gobiernos del mundo para evitar la propagación, esto generó que los niveles de contaminación bajaran.
Igualmente, gracias a la imposición del aislamiento y la cancelación de vuelos a nivel global se han disminuido las emisiones de CO2. Los vuelos aportan el 5% de la contaminación, los aviones son los medios de transporte más contaminantes. En China se redujo la contaminación en casi una cuarta parte entre febrero y marzo de este año.
Aunque el planeta se ha recuperado solo es cuestión de tiempo para que muchos sectores de la sociedad retomen sus actividades y los niveles de contaminación vuelvan a subir. Debemos actuar para cambiar nuestros estilos de vida y no continuar contaminando el mundo con las acciones que realicemos.
“Debemos garantizar y ejercer nuestro derecho a la vida sin convertirnos en una plaga para la tierra. Si no entendemos esta alerta roja que el planeta nos está mandando, y si no asumimos el compromiso de una transformación civilizatoria, más temprano que tarde La Tierra nos acabará sacando”. Concluyó Gustavo Wilches-Chaux.
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