Especial: Marquetalia de cuna de las Farc a paraíso que da vida a soñadores
Marquetalia es una vereda al sur del Tolima que fue el epicentro y el origen del conflicto armado colombiano. En este reportaje multimedia, hacemos un recorrido por la historia de una región que vivió de primera mano la historia del nacimiento de las FARC, el miedo y el amor se entrelazaron por momentos en las vidas de unos protagonistas ocultos que hoy, con el paso y el peso de los años, se atreven a contarlo.
Por: María Salcedo y Jeimmy Olivar – Periodistas Artículo20Lab
Quien diría que en 1964 al sur del departamento del Tolima nacería las FARC (Fuerzas Revolucionarias de Colombia), un grupo formado por campesinos liberales que tomaron las armas y la violencia como un modo de protesta hacia el Estado, aquellos que decidieron seguir los pasos de Pedro Antonio Marín Marín, más reconocido con el alias de Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo.
Aquel grupo guerrillero se formó en las montañas de la vereda Marquetalia, en el corregimiento de Gaitania del municipio de Planadas, un territorio que aparte de ser la cumbre de la historia de las autodefensas comunistas, está rodeado de paisajes indelebles, donde los árboles cobran vida cada vez que sale el sol. Aquel lugar, que en su momento fue una selva trágica rodeada por el fuego de las balas, los gritos mal heridos y las botas encharcadas, se ha transformado en el paraíso donde vivir no es decisión de otros.
Pero, aun así, mientras los años pasaban, las guerrillas cogían más fuerzas en el territorio colombiano, el sufrimiento, el dolor, y la ausencia en cada familia se hacía cada vez más débil. La violación de derechos humanos, como la extorsión, homicidios, secuestros, desaparición forzada, reclutamiento, violaciones, fueron atrocidades que se cometieron contra la población civil, una realidad ciega para muchos y una pesadilla para otros.
Sin embargo, el territorio se ha convertido en el edén donde sobresale la paz, el café, la cultura y el deporte. Aquel corregimiento y municipio, que como muchos de sus habitantes lo llaman “el mejor vividero del mundo”, es el rincón que recibe a cada campesino, a desmovilizados, familias y niños con los brazos abiertos. Hoy es el territorio que ha dado vida a ganadores de taza de la excelencia como mejor café del país, y que ha acogido un torneo de futbol de salón, como lo hizo en marzo del presente año. Actividades que dejan en alto lo que representa el pueblo cafetero.
Jorge Salcedo, hijo de Nemesio Salcedo, fundador de Gaitania, quien ejerció la docencia y fue víctima del conflicto armado, manifiesta que “la mayoría de las personas juzgaban a los gaitaniunos porque creían que todos los oriundos de este corregimiento eran guerrilleros, ahora los reconocen como uno de los mejores productores de café”.
Por otro lado, el 26 de julio de 1996 se firmó el primer acuerdo de paz entre comunidades indígenas y las FARC-EP en el corregimiento de Gaitania, una situación que cesó la violencia, pero no fue un acto que se cumplió al pie de la letra, ya que tras varios años más los hostigamientos a la población civil, continuaron.
Ahora, veintiocho años más adelante este territorio es el origen de los soñadores, el rincón donde a los niños se les permite crecer y vivir en paz, donde una taza de café reemplazó las armas, la violencia y el conflicto. Y donde, al final, lo bueno siempre perdura y lo malo se marchita.
Nacer, vivir, morir al son del bunde tolimense:
Durante más de cinco décadas el territorio colombiano ha estado marcado por la violencia, el conflicto, la desigualdad, la pobreza y la falta de presencia del Estado en muchos territorios del país, sin duda alguna, el departamento del Tolima no es la excepción.
El lugar, marcado por la historia del conflicto armado, queda ubicado en la región andina al centro oeste del país, rodeado de gente soñadora, y del grandioso rio Magdalena que atraviesa de sur a norte el departamento. Es el rincón donde es típico el tamal, la lechona, el Sanjuanero, el Deportes Tolima, y es donde se canta grito herido y con la mano en el pecho el Bunde Tolimense.
Según la Red Nacional de Información, encargada de coordinar y articular las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las víctimas (SNARIV), desde 1985 hasta 2021, el departamento del Tolima tuvo 342 mil798 víctimas por ocurrencia durante 36 años.
A la anterior cifra se suman215 mil458 victimas por declaración, además de 196 mil738 con sujetos de atención de 180.629 y un número de eventos de 407.414. Por otro lado, los hechos más ocurridos de violación de derechos humanos son la desaparición forzada, el homicidio y el secuestro.
Son datos y hay que darlos:
No solo el departamento del Tolima ha sido epicentro del conflicto con la desaparición forzada, los homicidios, los secuestros; Infortunadamente Antioquia, el Valle del Cauca, Norte Santander, Cauca, Cesar, entre otros, ha sufrido el rigor de esa guerra donde, según la Comisión de la Verdad y la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) se han presentado violaciones de los Derechos Humanos.
Entre 1985 y 2018 perdieron la vida por el conflicto armado 450 mil 664 personas, un acontecimiento que dejó huella para el país; la década más violenta fue entre 1995 y 2004, donde se registró el 45 % de las víctimas, 202 mil 293 colombianos sufrieron en carne propia.
Los principales responsables de estos hechos de homicidio, según la JEP, son los grupos paramilitares y los grupos guerrilleros. Los paramilitares acabaron con la vida de más de205 mil personas, mientras los grupos guerrilleros fueron los causantes de las muertes de casi 123 mil colombianos.
Los datos del proyecto JEP-CEV-HRDAG señala cinco violaciones de derechos humanos que se presentaron durante el conflicto armado en Colombia: homicidio, desaparición forzada, secuestro, reclutamiento y desplazamiento forzado.
LAS SOMBRAS QUE DEJA LA GUERRA
Sandra Diaz, Gladis Orozco, y Jorge Salcedo, cuentan la historia de un territorio y unas vidas que estuvieron marcadas por el conflicto armado en el departamento del Tolima. Estas son sus historias, unos relatos que valen la pena ser contadas, ser escuchadas y ser visibilizadas.
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CRÓNICA
MORIR ES SOLO UN SINTOMA DE VIDA
Desde el primer momento que la vio, Manuel Marulanda o el también conocido como Tirofijo decidió que sería su pareja, sin embargo, fue un amor no correspondido que dejó rastros de sangre. Esta es la crónica de Gladis Orozco, una víctima del conflicto armado en Colombia.
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