¿Aliadas o muletas? Inteligencia artificial y su impacto en los estudiantes del Politécnico Gran Colombiano

Los estudiantes usan la inteligencia artificial para hacer tareas, presentaciones y trabajos, mostrando lo útil que puede ser, pero también señalando que muchos se están acostumbrando a depender de estas herramientas sin revisar ni aprender por sí mismo

Por: Nicolas Del Portillo Rojas

En los últimos años, el uso de herramientas con inteligencia artificial se ha vuelto cada vez más común entre los estudiantes del Politécnico Gran Colombiano. Aplicaciones como ChatGPT, Gemini, Copilot, Canva con IA, y generadores de imágenes como DALL·E o Midjourney se han integrado de manera informal en el día a día académico. Aunque no hacen parte de los recursos oficiales de una institución, su uso es constante y, en muchos casos, útil para cumplir con las exigencias de trabajos, exposiciones o incluso para preparar exámenes.

Estas plataformas ofrecen múltiples ventajas. Permiten acceder rápidamente a información resumida, explicaciones claras sobre temas complejos o ideas para estructurar un trabajo escrito. También ayudan a mejorar la redacción, corregir errores, traducir textos o generar gráficos visuales que pueden complementar presentaciones. En carreras como Comunicación Social, Diseño Gráfico, Administración, Ingeniería o Mercadeo, este tipo de herramientas han facilitado procesos que antes requerían más tiempo y esfuerzo.

Además del texto, la IA también se ha hecho presente en el aspecto visual. Muchos estudiantes ahora usan Canva con IA o generadores de imágenes para crear piezas gráficas, mapas conceptuales o portadas llamativas para trabajos. Esto ha mejorado la presentación general de los entregables y ha permitido que incluso quienes no tienen conocimientos de diseño puedan expresar sus ideas de forma clara y atractiva.

Sin embargo, este uso masivo también ha traído algunas consecuencias negativas. Una de las principales es la dependencia. Algunos estudiantes se han acostumbrado a copiar y pegar lo que les entrega la IA, sin verificar si la información es correcta, actualizada o coherente con lo que piden los docentes. Esto ha llevado a una pérdida de criterio y análisis propio, y en algunos casos, a una baja en la calidad real del aprendizaje.

Otra desventaja es que se ha vuelto común usar la IA como única fuente. Ya no se consulta bibliografía, artículos académicos ni fuentes oficiales. Al confiar completamente en lo que dice una plataforma, se corre el riesgo de repetir errores, entregar información superficial o dejar pasar detalles importantes. Esto afecta la formación crítica y limita la capacidad de investigar de manera autónoma.

También se ha generado cierta “pereza académica”. Al tener todo resuelto con solo escribir una pregunta, muchos estudiantes han perdido el hábito de pensar, organizar ideas por cuenta propia o esforzarse en leer y comprender. Incluso se nota que varios trabajos terminan siendo muy similares entre sí, lo que puede deberse al uso de las mismas herramientas con los mismos comandos.

A pesar de todo esto, la inteligencia artificial no es algo negativo en sí misma. De hecho, puede ser una gran aliada si se usa con responsabilidad. La clave está en entender que no reemplaza el conocimiento, sino que lo complementa. Sirve como punto de partida, como apoyo o guía, pero no debe convertirse en el único recurso. En el Politécnico Gran Colombiano, como en muchas otras instituciones, los estudiantes debemos aprender a sacarle provecho sin dejar de lado el pensamiento crítico, el análisis propio y el compromiso con la formación profesional.

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