Holy Hand Grenade: el eco de la irreverencia
Holy Hand Grenade, es una banda musical francesa, que se ha distinguido por su irreverente forma de mezclar estilos y géneros musicales para la creación de canciones.
Por: María Paula Diaz
La música se ha considerado para muchos como un lenguaje universal; es el sentimiento que se transmite a través de la melodía, los ritmos, la voz, la simetría, la composición, incluso el silencio. Es entender una realidad con el simple hecho de escucharla, de sentirla, es saber que no hay barreras ni fronteras cuando el sonido se apodera del alma. Es la mezcla de lo imperfecto, de lo asimétrico. Es la construcción de un mundo al que cualquiera puede entrar sin prejuicio, sin escándalo, y sin temor. Así fue, como en el mundo de las partituras, los escenarios y las cuartillas, Holy Hand Grenade incursionó en un mar en armonía que ha nadado con libertad.
Holy Hand Grenade, es una banda musical francesa, que se ha distinguido por su irreverente forma de mezclar estilos y géneros musicales para la creación de canciones. Su origen parte desde la ciudad de Montpellier, al sur de Francia, en la costa del mar Mediterráneo. Nació en el año 2017, como un proyecto universitario. Al principio la banda estaba conformada por tres músicos, que decidieron crear una agrupación para experimentar la combinación del Punk, el jazz, y el Metal, ya que cada uno pertenecía a un género musical en especial. Poco a poco, al son del ritmo y el compás, llegaron dos integrantes más que terminaron de armonizar lo que hoy se conoce, como el experimento musical que ha arrasado el país del buen vino, los exquisitos quesos, y por supuesto la buena música.
“Llegué a la banda, de la manera más inoportuna. Estaba caminando por la calle, cuando de repente vi un boleto que decía que se necesitaba un pianista para la agrupación Holy Hand Grenade, así que decidí presentarme. ¡Y bueno! el resto es historia” expresó Gianni Nardone, músico e integrante de la banda oriunda de la ciudad costera, Montpellier.
Un pianista que, desde los cinco años, se involucró en la cultura de expresarse mediante las melodías. Manifestando que su amor por la música, nunca surgió, siempre ha hecho parte de él desde el momento en el que nació. Aquel dicho que dicen, “Es música para mis oídos”, cobró vida en aquel francés, que sabía que las notas musicales se convertirían en su abecedario. La mágica esencia de contar historias a partir de los sonidos.
Un talento que ha migrado y ha compartido en distintos escenarios formando parte de Holy Hand Grenade, el lugar donde se hacen métricas asimétricas, con la intención de que el público en cada concierto logre interpretar o entender la complejidad y al mismo tiempo la sencillez de escuchar instrumentos que se combinan entre sí para crear un sentimiento, un ritmo… Una pasión. El poder de cinco artistas que se esfuerzan para crear algo más que un producto. “Nosotros, cada uno desde su género, trabajamos en conjunto. El clarinetista, el guitarrista, el bajista, el baterista, y yo, el pianista, creamos ideas para que a cada integrante, al final de cada canción, quedemos a gusto”, comenta nuevamente el músico Nardone.
Un producto, que al final es una obra de arte, como ellos mismos lo manifiestan. Una obra que va contra las reglas, contra los tiempos, contra el compás. Holy Hande Grenade, no es ruido, es poesía para el alma, donde no importa la cantidad de personas que lo escuchen, importa la sensación de que se sientan identificados con una agrupación que expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio.