La Séptima en la espera: décadas de proyectos inconclusos y el camino hacia el Corredor Verde
La Carrera Séptima, emblemática de Bogotá, ha vivido décadas de proyectos de transporte fallidos, desde troncales de TransMilenio suspendidas hasta buses duales y lotes baldíos, hasta llegar al futuro Corredor Verde, que busca soluciones sostenibles para la movilidad urbana del oriente de la capital.
Por: Adrián Paz
2007 – 2011: La Inviabilidad y los primeros intentos de TransMilenio
Con la llegada del alcalde Samuel Moreno, se suspendieron los planes para construir una troncal pesada de TransMilenio en la Séptima entre 2007 y 2008. La administración buscó alternativas más sostenibles, como la propuesta de un tranvía que conectara la vía con otros corredores de la ciudad, pero nunca pasó de la fase de estudio.
En 2010, el Distrito intentó implementar la Troncal Liviana, un TransMilenio con un solo carril exclusivo en el tramo central de la vía, entre la Calle 34 y la Calle 72.
Aunque el proyecto fue contratado, fue suspendido y liquidado debido a fallas en la planeación, dejando el corredor sin una solución definitiva. A pesar de la cancelación de estos proyectos, el IDU continuó con la adquisición y demolición de predios a lo largo de la Séptima entre 2010 y 2019. Muchos de estos predios fueron expropiados según los diseños originales de la troncal, quedando en algunos casos como terrenos baldíos durante años.
2013: Soluciones provisionales y los buses duales
Durante la alcaldía de Gustavo Petro, en octubre de 2013 se inauguró la estación Museo Nacional ubicada cerca de la Calle 29. Esta estación se convirtió en la parada final de las rutas provenientes del sur (Portal 20 de Julio), funcionando como un intento de integración parcial con la red de TransMilenio existente.
Ese mismo año, para atender la falta de carriles exclusivos en la Séptima, TransMilenio implementó los buses duales , que pueden operar tanto en carriles exclusivos como en carriles mixtos normales. Esta medida permitió mantener un servicio troncal provisional, aunque no resolvía de manera integral los problemas de capacidad, velocidad ni seguridad en el corredor.
2016 – 2019: Predios baldíos y el deterioro urbano
Durante la administración de Enrique Peñalosa se intentó revivir la troncal completa de TransMilenio en la Séptima entre 2016 y 2019. Se avanzó en licitaciones y estudios, pero los predios adquiridos y demolidos durante las administraciones anteriores permanecieron vacíos, generando un grave problema urbano.
Los terrenos baldíos se convirtieron en focos de inseguridad, deterioro y asentamiento de habitantes de calle en sectores como Chapinero y el centro de Bogotá. La situación obligó al Distrito a invertir en vigilancia y medidas temporales de mitigación mientras las obras definitivas no se ejecutaban. Esto también afectó la percepción de los vecinos, generando quejas constantes sobre la gestión urbana y el detrimento patrimonial.
2020 – Actualidad: El Corredor Verde y la reutilización de terrenos
En 2020, la administración distrital presentó el Corredor Verde, un proyecto de movilidad sostenible que prioriza buses eléctricos, espacios públicos y peatones. Una de las decisiones más significativas fue reutilizar los predios adquiridos para las fallidas troncales de TransMilenio. Estos terrenos se destinan ahora a plazoletas, andenes más amplios, zonas verdes y la construcción de estaciones modernas y accesibles.
Desde 2023 se avanza en la licitación por tramos del Corredor Verde. Aunque la obra no está completa, este proyecto representa un cambio de enfoque: se busca un corredor más inclusivo, sostenible y seguro, que integre la movilidad eléctrica con la ampliación del espacio público y el mejoramiento urbano.
El Corredor Verde también busca revertir décadas de abandono urbano, transformando lotes baldíos en espacios que potencien la vida comunitaria, reduzcan focos de inseguridad y mejoren la experiencia de los ciudadanos que transitan por la Séptima.
La historia de la Séptima muestra que la indecisión política y la falta de continuidad en proyectos de transporte generan impactos duraderos. Los lotes baldíos y la implementación de soluciones provisionales como los buses duales revelan cómo la movilidad y la planificación urbana están directamente ligadas a la calidad de vida de los habitantes.
Además, los retrasos en obras de gran envergadura afectan la percepción de seguridad, la valorización de predios y la confianza de la ciudadanía en la capacidad de las administraciones para ejecutar proyectos de infraestructura.
Después de décadas de proyectos inconclusos, retrasos y soluciones temporales, el Corredor Verde ofrece una oportunidad real de transformar la Séptima. Con buses eléctricos, infraestructura peatonal, ampliación de espacio público y reutilización de predios abandonados, Bogotá finalmente parece avanzar hacia un corredor más eficiente, seguro y sostenible.