Un jugo con 28 años de experiencia
Ya sea cerca de la Diócesis o en cualquier otra acera, Cenit no olvida recitar las frutas que son protagonistas de sus reconocidos jugos: “níspero, milo, naranja, corozo, mango, zapote y agua de coco”.
Por: Vanessa Henao Benítez
A las 4:00 am se levanta Cenit Jiménez, sin necesidad de alarma, lo hace por inercia. Es una magangueleña luchadora y pujante, madruga para dejar listas las labores domésticas de su hogar e ir a su lugar de trabajo muy temprano, para abrir puntual y vender lo que más pueda.
Ella tiene un puesto de jugos, desde hace 28 años. Es un trabajo de tiempo completo, de 7:00 am a 7.00 pm, muy agotador, pero le ha dado la provisión para sobrevivir y sacar a sus 3 hijos adelante. Les dio estudio hasta donde ellos quisieron, los dos mayores son bachilleres y la menor solo estudió hasta octavo, ya todos tienen pareja
Es una de las muchas personas insertas en la economía informal del municipio, debido a la falta de empleo en la ciudad. Según un estudio que realizó la Cámara de Comercio de Magangué en el 2017, la ciudad ribereña vive una grave situación de parálisis laboral, ya que el valor de la tasa de desempleo local es de 31%, está 16,6 puntos porcentuales por encima de la peor tasa a nivel nacional registrada en Cúcuta (14,6%), además triplica la tasa de desempleo a nivel nacional, la cual es de 11,5%.
Cenit ha contado con suerte, ya que nunca le han inhabilitado su fuente de trabajo, a pesar de que las autoridades se han acercado a donde ella, debido a que se encuentra invadiendo el espacio público: “inicialmente estaba en la acera de la Diócesis, pero me echaron de allá, me dijeron que allá no me querían ver más, entonces me cambié para la acera del frente y a los 2 días de estar aquí volvieron para sacarme, pero como a mí me colocó fue la dueña de la casa, entonces le dije a la policía que hablaran con la señora, ya que ella era la que me había puesto ahí”
Tiene muchos clientes por su carisma y el sabor de sus jugos. Además, cuenta con una alta variedad, ya que vende bebidas de níspero, milo, naranja, corozo, mango, zapote y agua de coco. El que mayor demanda tiene es el de Zapote. Sus precios oscilan entre 2000 y 4000 pesos.
Ha sido víctima de engaño en varias ocasiones, han abusado de su buena fe. “Un día vino un tipo y me dijo que le vendiera 4 jugos para un doctor, que le diera vuelto para un billete de 50.000 y no volvió más”, afirma un poco enojada.
Así es la vida de Cenit. Se encomienda a Dios y le pide salud para seguir trabajando, ya que ese es su sustento, sabe que tendrá que seguir con mucho trabajo y poco descanso. “Así es la vida”.