¿A quién le duelen nuestros muertos?
“No me ha sanado una herida cuando ya me están abriendo otra”. Estas fueron las palabras con las Erlendy Cuero, lideresa social y vicepresidenta de Afrodes (Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados), abrió un foro que tuvo lugar el jueves 24 de septiembre, donde su eje principal fue ¿Cómo proteger a los líderes y lideresas sociales en medio de la pandemia?
Su intervención enmarcó un contexto ya normalizado de la preocupante situación que viven los líderes y lideresas en las regiones más apartadas de Colombia. Erlendy, con cierto tono de frustración, quiso dar a conocer a los demás panelistas la preocupante situación que están viviendo estos representantes sociales, políticos y comunales, quienes a pesar de la pandemia, siguen siendo acribillados por grupos violentos que parecen no conocer límites. Por su parte, Jhon Alexander Rojas Gobernador de Nariño, empata con la lideresa, haciendo énfasis en la importancia de propender por un empalme social que permita hacer frente a este recrudecimiento latente en las regiones más azotadas por esta violenta epidemia de masacres, ya que aunque el asesinato a líderes sociales disminuyó en un 2% respecto al año pasado según la MOE (Misión de Observación Electoral), el confinamiento parece ser aún más letal para quienes lideran la protección de sus comunidades.
¿Qué responden los entes estatales a esta difícil situación que está reviviendo a la Colombia violenta de los 60?
Las instituciones que propenden por dar garantías de prevención, protección y acompañamiento a quienes son víctimas de la violencia armada sobran, en ese orden de ideas, podríamos dudar de la efectividad que estos tienen para hacerle frente a los homicidios incesantes contra líderes y lideresas en nuestro país. A esto, la consejera presidencial para los derechos humanos Nancy Patricia Gutiérrez, ex ministra del interior, reitera que “El estado no se ha quedado quieto”, ya que hizo énfasis en que se han materializado estrategias en la mesa nacional como por ejemplo el PAO (Plan de Acción Oportuna), que tiene como prioridad el defender a quienes desde sus comunidades, velan por los derechos humanos, sociales y comunales.
Así, el vice defensor del pueblo Jorge Enrique Calero, asegura que la Defensoría del Pueblo está cumpliendo con unos parámetros de trabajo que van guiados hacia el cumplimiento del acuerdo de paz firmado en el 2016. “Hemos adecuado una ruta de protección activa que nos permite fortalecer las alertas tempranas y generar una mayor reacción de la Fuerza Pública para combatir homicidios de líderes sociales. Tenemos en este sentido que aprovechar la CIPRAT (Comisión Intersectorial para la Reacción Rápida de Alertas Tempranas)”. Intervino el representante.
La directora de la MOE Alejandra Barrios, recalcó la importancia y el deber que tiene el estado para hacer una canalización de voces que permita una ruta de acceso rápida a la
información en estos departamentos que cuentan con una muy limitada conexión nacional, puesto que muchos canales de comunicación se limitan a selectas regiones del país. A esto, la lideresa Erlendy Cuero agrega: “Yo vivo en Llano Verde, y a mi barrio no llegan los medios, esto produce más vulnerabilidad en los habitantes. No tenemos señal y la conectividad es pésima, por lo que no hay garantías rurales, lo que genera muchos flagelos sociales como la prostitución, narcotráfico y violencia armada”.
Teniendo en cuenta la sentida intervención de Erlendy, la consejera presidencial Nancy Patricia Gutiérrez, obtuvo un compromiso público pactando una conversación con la lideresa en donde se puedan oír todas las afectaciones y sus posibles soluciones debido a la grave situación que aqueja a esta comunidad. “Somos funcionarios públicos y tenemos ese deber” recalcó la ex ministra.
Y así, finalizó este foro que comprometió a varios sectores de la sociedad a trabajar arduamente por la protección de estos líderes y lideresas quienes han dejado literalmente la vida por construir un mejor país.