En “La Tercera” de Ibagué están los cantos más rebuscados de Colombia
La limosna es símbolo de vida para los cantantes en la Capital Musical de Colombia
Por: Lina Vanessa Sánchez Ramírez
“La clásica calle del rebusque”, es una vía mítica e icónica de la ciudad de Ibagué donde las historias se cuentan por sí solas, los ibaguereños han tejido su Sensación parrandera y los cantos más rebuscados de Colombia en La Tercera de Ibaguéraza pijao, en medio de esta resaltan sus dichos emblemáticos como el de la calle Tercera que transita de ser un paso sagrado como el río Ganges hasta convertirse en un misterio como el río Amazonas.
Se dice llamar la vía del empleo pues se encuentra todo tipo de trabajo pagado por la limosna de los Tolimenses. Cabe señalar que el trabajo en la ciudad es de forma limitada, lo que genera un sinsabor de vida para la población. Según cifras del DANE desde años atrás Ibagué ocupaba comúnmente los primeros puestos en desempleo. Actualmente se posiciona en el tercer lugar en el 2022, con una tasa de 15,5% a nivel nacional, con un avance que sigue sin ser favorable para apoyar la carrera de los luchadores del rebusque.
“El tercerazo”, es el camino para encontrar los chistes más irónicos de la comunidad, cada topetazo con un artista es una historia conocida a través del talento; de la tal topada de las 3:00 pm se escuchó a un músico empírico, quién por medio de su perrenque musical tenía cautivado a un círculo de transeúntes a su alrededor. Es Ferney Cervera, quien lleva más de treinta años ubicado en distintos puntos estratégicos de esa mítica vía, recolectando dinero para el bienestar de su familia.
Para Cervera, cada amanecer es un nuevo canto para sobrevivir en la ciudad musical de Colombia. La armonía de las cuerdas, los tiples y micrófonos han tenido que ser suficientes para llevar comida a un hogar de seis hijos y una esposa. Vive en el lugar donde el gallo canta desde muy temprano levantando a toda su familia con la esperanza que algún día, la autoridad de la casa, sea reconocido por el talento de la sintonía.
Las notas sonoras de los boleros, los bailables de Joselito y los antaños de los abuelos, han recorrido la subida y la bajada de aquella carrera histórica enmarcada por el pentagrama musical del linaje pijao, que pese a cualquier circunstancia siguen siendo vigentes en la tonalidad de las voces que inspiran a la región a una buena bailada en su paseo dominguero.
A lo largo del día, las pinceladas que dan los versos sinfónicos son parte de la lucha diaria para sobrevivir en una ciudad donde solo apoyan al de la palanca. Ferney, es de los que sabe luchar por unos pesos colombianos que definen su vivir o morir por la falta de apoyo de las instituciones o como le dicen los ibaguereños por la falta de “un empujoncito.”
En el año 2020, los artistas de la capital tolimense como Ferney, se fueron a la protesta debido a la escasez de ayudas y estrategias que debería proveer la alcaldía municipal, con las que puedan tener un sustento económico para la situación como músicos que aportan al patrimonio musical de Colombia.
El colectivo musical organiza espacios con el ánimo de generar una reflexión del porqué no se busca apoyarlos, a quienes han visibilizado un producto musical local que contribuye a la región. Lo ideal sería que desde la administración cultural se preocupen por dar valor a lo propio por encima de lo foráneo. En las protestas los artistas manifiestan que “nadie es profeta en su tierra, no queremos que este dicho aplique para una administración que quiere trabajar por fortalecer la cultura y llevarla a espacios de reconocimiento mundial”.
Por ello, para la comunidad es incomprensible la falta de apoyo económico para este sector en los diversos proyectos, más cuando se considera que Ibagué es la Capital musical de Colombia. Es desconcertante ver cómo los talentos empíricos y estudiados no son tenidos en cuenta en la agenda cultural del territorio, para los eventos que se tienen anualmente diseñados en el registro de las nuevas agrupaciones.
Asimismo, La Secretaría de Cultura del Tolima frente a esta situación que ha dejado a músicos como Ferney viviendo de una limosna diaria, expresa que la agenda cultural del será cubierta enteramente por artistas locales. Declaran que se ubicará un escenario móvil, que llevará música en vivo a la zona rural y urbana de la capital tolimense.
Son muchas las historias que se encuentran en la identidad melódica de La Tercera. Ferney cuenta que con tan solo 16 añostuvo que abandonar el lugar donde su sangre había germinado, ya la vida empezaba a darle razones por las que tenía que salir de su casa para suplir las necesidades de su madre, pues se encontraba con un cáncer de seno que le impedía pararse de su propia cama pues el avance de la enfermedad terminal.
Por tal razón, la habilidad de tocar las cuerdas a la comunidad fue la oportunidad de tener un dinero para afrontar esta adversidad, los caminos de su vida han sido como una subida a los Alpes que lo han llevado a tener verraquera, astucia y compromiso. A partir del año de 1991, cada uno de los retos han sido afrontados con la música, levantándose a las 5:00 de la mañana para tonalizar las melodías que alegran a la ciudadanía.
Sus primeras huellas fueron enseñadas en el grupo musical La Coral, que desde 1968 ha mantenido la costumbre de ser pionera en la música tradicional colombiana. Por medio de sus treinta integrantes de duetos, tríos y solistas han demostrado que, pese a las dificultades, siguen siendo una agrupación importante en el que la resistencia se ha convertido en el arma para hacer frente a los retos del patrimonio.
La Casa Coral, fue un paso importante lleno de sabiduría y aprendizaje que aportó al proceso de Ferney. Su pasión era su batalla en cada salida del sol, seguirla dependía de él, no era fácil pero tampoco imposible. Aún recuerda con una mirada nostálgica las gratas cantadas en los buses para llegar al lugar donde el aprender era impartido por maestros como Campo Elías Macas.
Su sendero ha sido marcado por las vivencias del trabajar en las calles, pues sus sentimientos se desvelan al manifestar el agradecimiento con los turistas y residentes de la ciudad cuando le dan valor a las cantadas y tocadas, así han permitido sostener a una de muchas familias de Colombia que no han tenido ese apoyo por las autoridades de la región.
La tradición de la musicalidad de las cuerdas fue más allá, trascendió esas tardes de tinto y guitarra de Cervera para transformarse. Desde hace cuatro años decidió crear su propia agrupación: “Sensación Parrandera”, con su equipo de músicos entona hoy los versos del rebusque en “La Tercera”
“Sensación Parrandera”, es una semilla cultivada de esfuerzos y ganancias locales para transmitir un grano de alegría de la música llevada a los distinto rincones de la tradicional calle del disfrute. Ferney Cervera considera que el apoyo que más ha recibido es el de los ibaguereños y espera el cumplir lo que se propuso: destacarse por sus habilidades en la composición sonora.